Despiértame
a la hora que quieras.
Puedes con tus palancas
de cangrejo
alzar la cortina
de mis ojos.
Finge que te diste un golpe
oblígame apapacharte,
si insistes
te pongo una curita
de muñequitos.
Hoy estamos de fiesta
aunque nada en especial
brilla en la agenda.
Puedes hacer garabatos
en mis libretas,
yo los aplaudo
como Picassos
aunque ya no pueda leer
mi último poema.
Menéame los cachetes
como plasticina,
como te ríes
con las caras
que me formas.
Quédate enganchada
como los troll a los lápices
a mi pierna.
Si, yo se…
son cosas de mis tiempos.
No te atrevas
a decirme viejo,
hasta ahí llegan
tus privilegios.
Salta de la tercera cuerda,
sé cómo te encanta
sacarme el… (aire).
Hoy desayunamos
sándwich con doritos,
almorzamos pizza
y cenamos mantecado
de chocolate.
¿Quieres un bibi?
¿Dos? ¿Tres?
Tomate los que quieras.
Hoy es día de padre
e hija,
ósea,
día de romper
Excelente , hermano. Recoge muy bien el sentimiento de un padre. Suerte.
ResponderEliminarQue fácil es ser poeta cuando se es padre, no?
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