Por poco te hablo.
Pero pude salir corriendo.
Entonces es cierto?
Estas con las tumbas?
Aunque a veces te veo en otras
y todo se detiene.
Porque el miedo existe.
No es una agonía.
Podrías ser tu
la que cruza la esquina
y me tome por sorpresa
en uno de mis peores días.
Uno de esos climas nublados
en el cielo de mis parpados.
Una de esas noches tristes,
de pobreza en el parque
tas negras como mis ojeras.
No.
no puedes verme de esta manera.
Debo adquirir fuerzas...
lo suficiente como una para una de esas sonrisas tontas,
las que rajan la cara de un solo lado.
De esas que parecen por un chiste que nadie entiende.
Así que, no es cierto.
No hay mas muertes que la misma muerte.
Y este suspiro consecuente
que muletilla tu recuerdo
es algo a lo que debo acostumbrarme.
Porque lo nuestro es una agonía probada
con nada que envidiarle a las grandes agonías
de los grandes amores
en la gran literatura greco romana.
Seguiremos leyendo cuentos como el nuestro.
Como lo que podría haber pasado...
si te hubiera hablado...
y no salir corriendo.
Pero pude salir corriendo.
Entonces es cierto?
Estas con las tumbas?
Aunque a veces te veo en otras
y todo se detiene.
Porque el miedo existe.
No es una agonía.
Podrías ser tu
la que cruza la esquina
y me tome por sorpresa
en uno de mis peores días.
Uno de esos climas nublados
en el cielo de mis parpados.
Una de esas noches tristes,
de pobreza en el parque
tas negras como mis ojeras.
No.
no puedes verme de esta manera.
Debo adquirir fuerzas...
lo suficiente como una para una de esas sonrisas tontas,
las que rajan la cara de un solo lado.
De esas que parecen por un chiste que nadie entiende.
Así que, no es cierto.
No hay mas muertes que la misma muerte.
Y este suspiro consecuente
que muletilla tu recuerdo
es algo a lo que debo acostumbrarme.
Porque lo nuestro es una agonía probada
con nada que envidiarle a las grandes agonías
de los grandes amores
en la gran literatura greco romana.
Seguiremos leyendo cuentos como el nuestro.
Como lo que podría haber pasado...
si te hubiera hablado...
y no salir corriendo.
Gracias a ti!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSupongo que como en los cuentos nunca se sabrá que habría pasado después. Para consuelo decir que no tenía por que haber sido bueno, quién sabe si al final blanca nieves odiaba al príncipe.
ResponderEliminarUn saludo.