Voy muriendo
de cama en cama.
Voy dejando esencias
de mi aura
en cada almohada.
Tantos hombres
que tienen fantasías
de muchas mujeres
en la misma semana.
Duermen
a duras penas
con un amor
que ya no los desvela.
Esos mismos hombres
algún día se enferman.
Son esas señoras
quienes los cuidan,
en su momentos
más vulnerables,
para ellos despertarse
a salir a la calle
a volver a desear
mujeres que ni los miran.
Yo que he sido amante
muchas veces,
que he salido de un cuarto
para meterme en otro.
En mis días más débiles
me pregunto,
¿ si
muero de repente
cuanto
tardaran
en notar mi ausencia?
Yo, que he rejuvenecido melenas
a mujeres que abandonaban
su auto estima
para ellas caminar de puntas
orgullosas hacia la salida.
Ellas,
echan,
una cana al aire
queda en el atras
rezagada,
dando brincos
tal cola de lagartijo
queda en el atras
rezagada,
dando brincos
tal cola de lagartijo
con la que me entiendo aun más
todavía.
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