No te pido mucho,
que no espero
lo imposible.
Ya estoy acostumbrado
a vivir en necesidad.
No te pido
que te emociones
si me ves llegar.
No te pido
palabras cariñosas
y mucho menos
que me entiendas.
No necesito
que ilumines
mi vida,
ni que saques
tiempo para mí
en tu agenda.
No te pido
ni siquiera
que compartas
tu sudor.
No te pido
que me extrañes.
Quizás, no pida nada
mientras lo pido todo.
Sin embargo
tendré el descaro
de pedir alguna cosa,
casi con miedo.
Y es que...
al menos,
me dejes un cantito
de tu sombra.
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