Los libros se cierran, tan fáciles, sin sonido. Solo una capa de cartón sobre papeles lisos. Papeles de árboles que también se cortaron en silencio, al no haber nadie que pudiera oír su lamento. Los libros se cierran como se cierran las ideas. No hay una alarma que te diga que una magnífica idea se te está olvidando. No hay alarmas en las cosas importantes. No hay trompetas ni canciones tristes de fondo. No hay ambiente que se altere por una lágrima desconsolada. La vida es silenciosa cuando se trata de las cosas importantes. Carros, cajas fuertes, armas, estufas y equipos industriales, cosas estruendosas, que nos ocupan, nos divierten. La caricia, los besos, las lágrimas, no se oyen… como no se oyó el sonido de mi corazón cuando se rompió. No salió una alarma que avisara a las autoridades, que me habían robado parte de mi alma, de mi autoestima, de mis sueños. No llegaron expertos, ni ambulancias, ni bomberos que con escaleras me bajaran ...
¡Realmente hermoso!
ResponderEliminarpor todos menos Noel Ernesto :-)
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