Dejar
nuestras huellas
es lo
que todos queremos,
dejar
un camino largo
de
huellas duraderas.
Un
error fatal
solo
deberíamos
dejar
huellas para
los que
caminan atrás.
Así
caminante
tras
caminante
dejaría
un camino
vivo y
en movimiento
al
ritmo del paso
del
tiempo.
No
huellas eternas
de
materia muerta
impidiendo
el paso
del
viento.
No es
parte
del
plan divino
el
vivir escondido
bajo un
material que
no es
biodegradable.
Es
importante
dejar
al parasito
hacer
su parte.
Una vez
oí
que
agua de mar
cura
las heridas
es el
instinto
de la
madre tierra
el
querer curarlas
como
olas de playa
limpiando
la arena.
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