La poesia no sirve para nada. Es como una Melania en las manos del poeta. Te da estatus y permiso para usar una boina de lado. Te compromete a un mundo mucho mas culto, y poder ser mas romantico aunque nadie visite tu cama. La poesia es tierra de martires en busca de heroicas causas. Es la batalla por los aplausos a quien nunca fue aceptado. No hay nada de gloria en la vida de un poeta solo fantasmas de navidades pasadas en la memoria de un ser patetico negandose a enterrarlas.