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Mostrando entradas de noviembre, 2013

La Danza de la Pupila

A veces las pupilas se pierden en el cielo. Tal carnada colgando de una caña . El pensamiento pierde prudencia se rompe, un huevo para el desayuno. La inmensidad del sistema en el que cada elemento hace su parte sin recibir órdenes. Que hermosa es la supervivencia. Si vives, contribuyes. No contribuir echarte a morir. Ahora, ¿para qué? ¿Cuál es la perdida de el tiempo? ¿A que se resume todo esto? Entonces mis ojos caen, como si la duda trajera la  gravedad. Mis corazón bombea, mis venas recorren, mis pulmones inhalan y exhalan. Todo es perfecto. Solo algo destruye, mis propios intereses. La pupila se asoma subiendo la cuesta izquierda. Tiene esa costumbre cuando una idea se tira un redoble. ¿No sería más fácil si no padeciéramos la incapacidad del pensamiento propio? ¿Ese mal que te produce retarte por la envidia, o ese pasión devastadora que activa nuestra avaricia? Ese a