Con café en mano me cuenta el compadre Cano, cuándo se sentaron en congreso monos envueltos en sedas colgando de sus cuellos. A discutir la propuesta de un gringo que plantaba la independencia en 20 años. Los monos aceptaron, Si, todos los votos, Ya para los 60 nuestra identidad no seria incierta. Hasta que llego el mono con bigote de payaso Y destrozo el unánime. Solo un telegrama, recibió después del acontecimiento, de parte del gringo con la misma palabra repetida tres veces. Why? Why? Why? Pero el compadre Cano, no deja cuento inconcluso, y me dice en susurro (Costumbre colonizada al miedo de sepan que sabemos) y es que al parecer al Mono con bigotito lo habían cogido con marcas de jeringa. Pero no lo hagan leña, que cualquiera se levanta. Aquel tecato años mas tarde fue el primer gobernador electo por el pueblo. Dime tu, si eso no es testimonio digno del culto, a la perseverancia? Ó, solo son cosas que pasan en Puerto Rico?