Antes
podía escribir de cualquier cosa.
Ahora
"cualquier cosa" no vale la pena.
Verborragia en los oídos del critico.
Un planeta que gira tanto
sin dejar de ser el mismo.
No tiene sentido.
Y yo, mas pendejo todavía.
Cuentos de amor
rayando en la violencia,
honor sagrado
en base del machismo,
respeto
conjurado con el miedo.
Y yo, mas pendejo todavía.
Las mismas letras de antaño,
las mismas ilusiones de mis antepasados,
el mismo odio carcomiendo por dentro,
la misma promesa religiosa
y yo, mas pendejo todavía.
Tantas ganas reprimidas
como las bellaqueras de un "teeneger."
La utopía es un pajarito preñado
embobando a los mas inocentes.
Y yo, mas pendejo todavía.
El diablo invento un dios
para poder disfrazarse,
los hombres un trono
para poder divinizarse,
y el pueblo la mordaza
para poder salvarse.
Y yo, ni eso, mas pendejo todavía.
El poder nunca significo
mandar a otro,
sino que todo se puede.
Pense que se podía
escapar del poderío
desde el podio
pero mas pudo la colonia
y su baja autoestima.
Y yo, mas pendejo todavía.
Como la yerba que no muere
reclamando espacios en el patio.
Trayendo flores silvestres, abejas
hormigas, gusanos
y otros animales rastreros
que la civilización no quiere
en sus muros de plástico.
Y yo, mas pendejo todavía.
podía escribir de cualquier cosa.
Ahora
"cualquier cosa" no vale la pena.
Verborragia en los oídos del critico.
Un planeta que gira tanto
sin dejar de ser el mismo.
No tiene sentido.
Y yo, mas pendejo todavía.
Cuentos de amor
rayando en la violencia,
honor sagrado
en base del machismo,
respeto
conjurado con el miedo.
Y yo, mas pendejo todavía.
Las mismas letras de antaño,
las mismas ilusiones de mis antepasados,
el mismo odio carcomiendo por dentro,
la misma promesa religiosa
y yo, mas pendejo todavía.
Tantas ganas reprimidas
como las bellaqueras de un "teeneger."
La utopía es un pajarito preñado
embobando a los mas inocentes.
Y yo, mas pendejo todavía.
El diablo invento un dios
para poder disfrazarse,
los hombres un trono
para poder divinizarse,
y el pueblo la mordaza
para poder salvarse.
Y yo, ni eso, mas pendejo todavía.
El poder nunca significo
mandar a otro,
sino que todo se puede.
Pense que se podía
escapar del poderío
desde el podio
pero mas pudo la colonia
y su baja autoestima.
Y yo, mas pendejo todavía.
Como la yerba que no muere
reclamando espacios en el patio.
Trayendo flores silvestres, abejas
hormigas, gusanos
y otros animales rastreros
que la civilización no quiere
en sus muros de plástico.
Y yo, mas pendejo todavía.
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