La única Esperanza que tengo
siempre está enojada conmigo.
La mas chiquita solo habla inglés.
Eso si es un duro castigo.
Hay cosas de mi que espero que ellas nunca sepan.
Cosas con las que he tenido que hacer las pases
otras con las que tuve que perdonarme.
Para ellas soy un sillón,
una alfombra
aveces solo para secarse los pies
otras para volar sobre Roma.
Ambas ya saben
son más inteligentes que yo.
No puedo esperar que sean grande
y empiecen a darme órdenes.
Me gusta ser ese padre
del que nada conocen.
Van descubriendome
como un cuento por partes.
No se si soy un buen padre
pero le ganó por mucho al mio.
Quizás nunca me comprendan
y algún día me traigan nietas
con nuevas lenguas.
Seré ese viejo cascarrabias
que habla con fantasmas
dejando una vida entera
en un revolu de libretas.
Dejaré así este poema,
sin final sugerido.
Deben estar por llegar
las nenas de la escuela.
Metamorfosis! Sillón!
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