Cuando era un nene chiquito
quería ser grande,
pero
cuando era un nene chiquito
creía en la magia,
en los reyes
y que los policías
eran héroes.
Nunca seré mas feliz
de lo que fui,
porque la felicidad
de los adultos
se basa en el éxito,
lo triste
en mi situación
es que el éxito
para mi
no consiste
en el valor monetario
o en los cuantos
reconocen mi trabajo.
El éxito,
mi éxito
lo definí
cuando era un nene chiquito
y ahora que soy padre
traicionarme
a mi de niño
es como traicionar
la magia
en la que cree
mi hija.
No veo
que mi turno de guardia
se ponga mas tranquilo.
Me asusta,
cualquier paso
podría ser falso
y caer en un hoyo negro
para terminar
diciendo a mi mismo
-lo sabia,
que estúpido,
lo sabia-
se vuelve mas certero.
Pero traicionarme
a mi mismo de niño
es como traicionar la magia
en la que cree mi hija.
El éxito,
mi éxito
tiene que ser una oportunidad
a mejorar las cosas.
Lograr de esas hazanas
tan esperanzadoras
que es mejor
dejarlas al anonimato.
Un éxito en el presente
es tan trivial
como una victoria
en una batalla
dentro de la guerrilla.
El verdadero éxito
esta en el futuro,
donde no podemos
ojear sin permiso.
El verdadero éxito
consiste en lograr
que los mas chiquitos
puedan ser chiquitos
por mas tiempo.
Ahí, te aseguro yo,
que aun si dejas
el juego de la existencia
a base de dolor,
lo haces con una sonrisa
en los labios.
Un muerto que sonríe
es la peor derrota
para el enemigo.
quería ser grande,
pero
cuando era un nene chiquito
creía en la magia,
en los reyes
y que los policías
eran héroes.
Nunca seré mas feliz
de lo que fui,
porque la felicidad
de los adultos
se basa en el éxito,
lo triste
en mi situación
es que el éxito
para mi
no consiste
en el valor monetario
o en los cuantos
reconocen mi trabajo.
El éxito,
mi éxito
lo definí
cuando era un nene chiquito
y ahora que soy padre
traicionarme
a mi de niño
es como traicionar
la magia
en la que cree
mi hija.
No veo
que mi turno de guardia
se ponga mas tranquilo.
Me asusta,
cualquier paso
podría ser falso
y caer en un hoyo negro
para terminar
diciendo a mi mismo
-lo sabia,
que estúpido,
lo sabia-
se vuelve mas certero.
Pero traicionarme
a mi mismo de niño
es como traicionar la magia
en la que cree mi hija.
El éxito,
mi éxito
tiene que ser una oportunidad
a mejorar las cosas.
Lograr de esas hazanas
tan esperanzadoras
que es mejor
dejarlas al anonimato.
Un éxito en el presente
es tan trivial
como una victoria
en una batalla
dentro de la guerrilla.
El verdadero éxito
esta en el futuro,
donde no podemos
ojear sin permiso.
El verdadero éxito
consiste en lograr
que los mas chiquitos
puedan ser chiquitos
por mas tiempo.
Ahí, te aseguro yo,
que aun si dejas
el juego de la existencia
a base de dolor,
lo haces con una sonrisa
en los labios.
Un muerto que sonríe
es la peor derrota
para el enemigo.
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