No entiendo
de donde sale
ese poder
que tienes sobre mí.
¿Cómo habrás logrado
que alguna parte
de mi cerebro te escuche?
¿Cómo puedes
cambiarme las prioridades
con cualquier comentario?
¿Cómo has logrado
que me sienta culpable
por lo que de este mundo
terrible
me interesa?
Si te doy todo lo que tengo,
si puedo ensopar colchas
cuando me limpio el esfuerzo.
Si ampute
mis instintos suicidas
por sentirme responsable.
Si me quedo quieto
cuando una sed de aventuras
me invita
como tambores al viento.
¿Cómo es posible
que me quieras
si mis actitudes
no te dejan otra cosa
que criticarme?
¿Qué sería de mi
si te hago caso?
¿En quién me convertiría?
¿Dónde dejo mi pasión?
¿Dónde mis dudas?
¿Dónde quedaran mis versos
cuando ya no sea un despistado?
Cuando este consiente de lo que hago…
de las mil cosas que hago
con cara de queja
porque casi no me gusta nada
de las labores que ofrece
este planeta…
cuando este consiente de lo que hago…
cuando te haga caso…
y sea el muñeco
que te has diseñado…
¿que será de mi…
y de aquellos pájaros luminosos
que me he inventado?
Dime,
¿dónde quedara mi fantasía?
Y,
¿cuánto puede vivir un hombre
con el alma enterrada?
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