sobre todo,
en los días de lluvia.
Vienen esos momentos
donde hubieras preferido
ser otro.
Cualquiera,
menos tú mismo.
Son estos recuerdos
donde no puedes
evitar la cara de vergüenza
y es que …
no somos perfectos.
Metemos las patas
y a sabiendas…
uno siempre dice,
-no sé lo que estaba pensando-
es cierto…
pero sabíamos que no era lo correcto.
Te lo deja saber ese presentimiento,
ese …
cantazo en el pecho,
ese…
calentón en las orejas.
El miedo,
es señal de peligro.
Más te vale perdonarte
y pasar la página,
de lo contrario
da por hecho;
tendrás un pésimo día.
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