Hay un eclipse poniéndose en otro horizonte.
Yo, poeta sin fronteras me robo el paisaje
para hacerme el cuento de la sirenas.
Su pelo mojado es como la marea.
El Viento anuncia una tormenta, no quiero encallarme.
Su nariz es el mascaron de proa que soñé para mi barco.
Una escultura así enaltecería esta goleta salvaje.
Hay una flor salada que brilla roció,
la claridad afina su figura, su silueta es una isla.
Esta si que tiene encanto.
Este marinero de barbas blancas anda a la deriva.
Que me piquen las medusas, si no es la ninfa marina
mas hermosa que he visto. Puedo entonar mil canciones
bajo ese sol picante y sin agua ardiente.
Si ella supiera que vengo con bandera blanca.
Pero soy la envida del agua que no respeta los perímetros.
Es tan delicada, que me da miedo tocarla con estos dedos torpes.
Yo que me paso trenzando cuerdas, no sabría que hacer con hilos de seda.
Estoy delirando por una Atabey de espaldas,
si se volteara hasta Yemaya se pondría celosa.
Las diosas siempre son celosas de las deidades de la tierra,
pero que podrán ellas con las del agua.
Total, esas son historias escritas por hombres de pluma.
Culpan a las mujeres de los que sus cuerpos nos causan.
Pero yo que he cruzado mil mares
rindo tributo, callo y otorgo.
No hay redes, ni arpones en ese canto de madera que flota,
mucha tinta, poemas y canciones...
por si quiere darse una vuelta.
#elno #conmisdedostorpes #poesia #poeta #poema #Atabey #Yemaya #pirata #marinero #mar #goleta #ninfa #sirena
Cuando era un nene chiquito mi mama cantaba una canción que decía algo así como, que una mama no se cansa de esperar. Una madre no se cansa de esperar. ¿Esperar que? No lo entendía en ese momento. Hace 5 o 8 años, quizás 10, fui a casa de mi abuelita Gloria. A comer, a bañarme en su ducha de agua súper caliente y a empolvarme con su talco dentro de una media. Cuando salí, del baño ya olía a pollo guisado y arroz con salchicha, antes de servirme en la mesa, (porque así es como se come en su casa. Uno se sienta derechito en la mesa, y ella poco a poco te va llenando la mesa con manjares criollos) me arrastro al segundo cuarto de la casa y me mostro que tenía una cama grande en el. Me gusto la cama, le dije que se veía bonito, y me distraje un poco pensando en cómo crio ella a dos hijos varones, y una linda muchachita en una casa de dos cuartos. Entonces fui a la mesa a disfrutar, a masajear mi paladar, a recibir besos de Dios en el estomago, y le dije algo como, "oye una cama ...
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